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Los retos de futuro de las personas mayores

Persones grans

La población mundial envejece a un ritmo frenético. La esperanza de vida ha incrementado en las últimas décadas. Por lo tanto, las personas mayores cada vez representan una parte más importante de la sociedad.

Este fenómeno plantea retos importantes en diversas áreas: desde la vivienda, la protección social, la medicina, los servicios, la familia, la salud... Con el fin de garantizar el bienestar de las personas mayores. En 2040, se espera que España tenga una esperanza de vida de 85,8 años, cifra que convertirá en la península, en el país con mayor esperanza de vida del mundo, según un estudio de la Universidad de Washington (Seattle, EEUU).

1. Conseguir un envejecimiento activo y saludable

A medida que pasan los años se producen una serie de cambios en el organismo de las personas, que formen parte de un envejecimiento natural. Las personas mayores se enfrontan a un nuevo proceso de daptación, tanto físico como psicológico, que requiere estar activas y mantener unos estilos de vida saludables adaptados a esta nueva etapa de la vida por un envejecimiento saludable y no perder sus habilidades motrices, sociales y emocionales. de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen". Tener unos hábitos saludables y activos son fundamentales para que las personas tengamos un envejecimiento saludable y retrasar la aparición y desarrollo de las enfermedades y discapacitados.

Identificar las variables que velan por una buena salud y buen envejecimiento es muy importante.  

Algunos de los hábitos saludables para mantener el cuerpo y el cerebro en buenas condiciones y, por tanto, conseguir una buena calidad de vida son: la buena calidad del sueño, practicar ejercicio físico, mantener una alimentación saludable, realizar entrenamiento cognitivo y actividades mentales y disponer de apoyo social.

 

2. Combatir la soledad

La soledad no deseada es uno de los mayores riesgos para el deterioro de la salud de las personas, y en especial de las personas mayores.

En el día a día, las personas mayores, también deben acostumbrarse a nuevos ritmos y situaciones, ya sea porque se han jubilado, han perdido a su pareja, familiar, o tienen algún tipo de limitación física o cognitiva que les impide hacer las cosas de forma independiente.

Esta nueva etapa de la vida puede afectar en la calidad de vida de la persona mayor y generar frustración, afectar a la autoestima y desencadenar crisis existenciales por no sentirse útiles.

 

3. El edadismo y la gerontofobia

Los estereotipos sobre la tercera edad existen y abundan mucho. El edadismo es un término creado en 1969 por Robert Butler, un destacado gerontólogo, y que está relacionado con los estereotipos y prejuicios relacionados con la edad.

El edadismo, o lo que es lo mismo, discriminar a alguien por motivos de edad, es la tercera causa de discriminación por detrás del racismo y el sexismo.

Concienciar sobre esta problemática en la sociedad, ya desde pequeños, es fundamental, ya que la vejez forma parte de la vida y por tanto, deben trabajarse los estereotipos y los prejuicios para evitar generar expectativas erróneas hacia el envejecer.

Como hemos comentado, todas estas ideas negativas relacionadas con la edad, que nos inculcan a lo largo de nuestra vida, pueden desarrollar que padecemos gerontofobia. La gerontofobia es el temor irracional a envejecer y miedo a las personas de la tercera edad.

 

4. Poder vivir en un “hogar”

A medida que la población mayor de 65 años va aumentando, también nace la necesidad de crear y mejorar los servicios existentes dirigidos a las personas mayores para proporcionar una atención adecuada, de calidad y puedan sentirse las personas cómodas en su nuevo hogar.

Algunas de las opciones que existen actualmente son: Residencia, Centro de día, Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD)...

  • El Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD): está pensado para ayudar a las personas con una autonomía limitada o en una situación de vulnerabilidad que necesitan apoyo en su casa, manteniéndose en su domicilio habitual.
  • La residencia: Este servicio de acogimiento residencial de carácter temporal o permanente se destina a personas mayores con un grado de autonomía suficiente para las actividades de la vida diaria, que requieren un determinado nivel de organización y soporte personal o en un grado más dependiente que necesitan mayor apoyo.
  • Centro de día: es un servicio de acogida diurna que complementa la atención propia del entorno familiar, con los objetivos de favorecer la recuperación y el mantenimiento de la autonomía personal y social, mantener a la persona en su entorno personal y familiar en las mejores condiciones y proporcionar apoyo a las familias en la atención a las personas mayores dependientes.

Además de las necesidades médicas, cada vez se presta mayor atención a las necesidades emocionales, sociales y psicológicas de las personas mayores. Por eso, cada vez se tiene más en consideración la creación de espacios acogedores, seguros que permitan llevar a cabo actividades que fomenten la participación social y puedan sentirse en su nuevo hogar.

Hay que pensar y desarrollar propuestas y alternativas que eviten el desarraigo de las personas mayores de su entorno, con una atención integrada y que permitan mantener intacto el derecho a decidir sobre la propia vida, ya sea allí donde han vivido toda su vida o en un sitio nuevo. Pero sobre todo, es necesario ofrecer alternativas que permitan a las personas mayores seguir llamando 'hogar'.

La Fundación Cerca, forma parte de Sinergia Social, una entidad con más de 10 años de experiencia con atención a las personas mayores. [Servicios de las personas mayores]

La atención centrada en la persona (ACP) es el modelo de atención que desarrollamos en nuestros centros residenciales, centros de día y el Servicio de Ayuda a Domicilio de gente mayor. Este modelo toma como eje principal la calidad de vida de la persona, preservando su contexto cultural y sistema de valores.

La persona es el núcleo de nuestra tarea. El objetivo es ofrecer un servicio de calidad para promover la autonomíaa personal y social. 

La atención se organiza teniendo en cuenta los objetivos, expectativas y inquietudes, así como su estado psicológico, físico y grado de dependencia. 

 

5. Abordar las desigualdades digitales

No cabe duda de que el proceso de transformación digital de la sociedad se avanza a un ritmo vertiginoso. La digitalización abarca cada vez más ámbitos de nuestras vidas y se ha acelerado significativamente a raíz de la irrupción de la pandemia de la covid, que ha cambiado la forma en la que nos relacionamos y, hoy, exige un mínimo de competencias básicas digitales a la población.

La gente mayor, a menudo, es uno de los colectivos que se siente excluido de esta transformación. Acciones que para la mayoría de nosotros parecen tan sencillas como pedir cita previa para realizar un trámite administrativo se han convertido en un gran reto para muchas de las personas mayores.

La desconexión digital es un nuevo factor de exclusión social y tiene especial incidencia entre las personas mayores.